Es una terapia no farmacológica que ayuda a los mayores a tomar conciencia de su situación en el tiempo (orientación temporal), en el espacio (orientación espacial) y respecto a su propia persona (orientación personal). Proporciona a los mayores que padecen enfermedades como Alzheimer, un Ictus, Parkinson o una depresión, una mayor comprensión de aquello que le rodea, y les produce un aumento en la sensación de control y autoestima.