Preguntas frecuentes
STIMA / Preguntas frecuentes
Es un espacio donde las personas mayores con deterioro cognitivo, físico o funcional de tipo leve o moderado, acuden diariamente, algunos días u horas a la semana, para realizar estimulación integral especializada con el equipo profesional multidisciplinar.
A través de múltiples actividades, talleres, terapias grupales y tratamientos individuales, las personas mayores usuaria estimulan las diferentes capacidades físicas, cognitivas y funcionales.
Es un proceso muy sencillo en el que el/la Director/a del Centro de Día te irá guiando hasta completar la información que hace falta. Básicamente son datos personales, expedientes médicos así como otra información de carácter personal que la Directora deba tener en cuenta. Si no se tiene todo en el momento del ingreso, no pasa nada, se completará más adelante.
No es imprescindible. Los Centros de Día STIMA están abiertos de Lunes a Viernes de 09:00 a 18:00 horas. En régimen de estancias, se puede asistir 2, 3 o 5 días por semana, y la asistencia puede ser durante todo el día, o solo por la mañana. Por otro lado, se puede asistir a talleres o sesiones concretas, o sesiones de rehabilitación en función de las necesidades concretas.
Es difícil que esto ocurra si el perfil de usuario es el adecuado para un Centro de Día, aspecto que evaluamos en el momento del ingreso. Dicho esto, la gran mayoría de los usuarios que acuden a un Centro STIMA, se adaptan perfectamente en un plazo entre una y tres semanas. De ello depende en gran medida de la colaboración de los familiares. No obstante si por lo que fuera finalmente no se consiguiera la adaptación del mayor al Centro, se procedería a buscar alguna otra alternativa, o incluso la baja sin ningún problema si fuera necesario.
Cuando nos encontramos con este tipo de situación, que es normal, hay que ponerse en contacto con la Dirección del Centro de Día para que le aconsejen la mejor manera de actuar ya que según la persona, la forma de actuar será distinta en cada caso. Es importante mantener la calma, escuchar los consejos del equipo profesional y no dar el proceso de adaptación por perdido. Debemos entender que para nuestro mayor es un cambio en su día a día y necesita tiempo para entenderlo y asumirlo.
Hay que personalizar cada caso, ya que dependerá de la situación de la persona, la familia y sus necesidades concretas. Lo que es muy importante, es acudir previamente a un Centro de Día para que el equipo profesional del Centro te asesore una vez le hayas contado cual es tu necesidad y la situación de tu mayor. Para los familiares probablemente esta situación es nueva y por tanto desconocida; en los Centros de Día por el contrario, estamos especializados en atender este tipo de situaciones.
No suele ser habitual ni necesario que la persona mayor afectada participe en este proceso, no obstante, cuando en el Centro de Día estudien su caso, te informarán si lo ven necesario o recomendable.
Cada persona necesita un plan adaptado a su necesidad concreta. Del mismo modo, las tarifas se ajustarán a lo que cada usuario requiera en cada momento, al grado de dependencia y al centro por el que esté interesado. No obstante, puedes acceder a ayudas mensuales de hasta 747€ de la Ley de Dependencia. Infórmate aquí.
Si tienes dificultades para pagar un Centro de Día, debes saber que existen ayudas de hasta 747€ mensuales gracias al Cheque Servicio
Previamente hay que solicitar el PIA (Programa Individual de Atención), establecido y regulado en la Ley de Dependencia y posteriormente, la prestación vinculada al servicio (conocida como cheque servicio). Según el nivel de tramitación que tenga tu expediente de dependencia, los pasos para solicitar la ayuda económica serán más o menos rápidos. En los Centros de Día STIMA, nuestra trabajadora social o director/a te informará y ayudará a tramitarlo sin coste alguno. Más información.
Actualmente, el cheque servicio concede una prestación mínima de 180€ y máxima de 747€ mensuales . La cantidad final dependerá del grado de dependencia, el coste del Centro de Día y la capacidad económica de la persona solicitante. Aunque tarde algunos meses en ser concedido, la prestación es retroactiva desde el momento de su admisión.
Por supuesto; el Cheque Servicio es una ayuda económica que se le otorga a cada persona para ser utilizada en el Centro de Día de su elección, siempre y cuando el Centro que elija cumpla los requisitos que marca la Comunidad de Madrid. Los Centros de Día STIMA estamos certificados para su uso.
Son todas aquellas actividades dirigidas a mantener en buen estado las funciones cerebrales superiores tales como la lectura, el cálculo, la escritura, memoria y atención. Son muy variadas y se adaptan a cada grado de necesidad.
Los fallos en la memoria no tienen porque significar Alzheimer en todos los casos; pueden deberse a otras muchas cosas, desde estrés a otros tipos de demencias. El diagnóstico definitivo lo debe realizar un neurólogo, tras realizar las pruebas diagnósticas y de imagen correspondientes. Lo más adecuado es no asustarse ante estos síntomas hasta hablar con un médico.
Los síntomas de la Enfermedad de Parkinson son muy variados y muy distintos en cada persona. El temblor es el síntoma que más se ha relacionado históricamente con el Parkinson y, sin embargo, son una minoría los enfermos que lo padecen. Es por esto que ante cualquier síntoma debemos consultar a un neurólogo que confirme o desmienta nuestras sospechas.
Los síntomas de un ictus, ya sea isquémico o hemorrágico, pueden ser; dificultad en el lenguaje, boca torcida, dificultad en el movimiento de un brazo, dolor de cabeza, dificultad en la marcha, entre otros.
Si has notado uno de los síntomas de probable ictus y además, ha aparecido espontáneamente, debemos llamar a urgencias rápidamente. La atención precoz de un ictus mejora sustancialmente la recuperación y posibles secuelas.
La rehabilitación de ictus que se proporciona en un centro de día garantiza la mejoría, sobre todo si esta comienza lo más rápidamente posible después del ictus. Cuando ha pasado un tiempo, la rehabilitación se hace indispensable también para evitar que a las propias secuelas del ictus, se añaden las derivadas del inmovilismo físico y/o cognitivo.
La estimulación cognitiva realizada por un profesional de neuropsicología siempre provoca beneficios en la memoria de la persona que la realiza, además de en su orientación, en su lenguaje y en su estado de ánimo.