La demencia supone un pérdida o limitación de capacidades que afectan a la memoria, a la atención, a la capacidad de comunicación y comprensión, o a la capacidad de socialización, entre otras, de las personas mayores que padecen este trastorno.
De entre las demencias más comunes en las personas mayores están el Alzheimer, la DFT (Demencia FrontoTemporal) o los Cuerpos Lewy. En nuestro artículo Tipos de demencia en mayores ahondamos en las características principales de cada una de ellas y de su clasificación en función de su origen o de su tratamiento.
Para prevenir la aparición de la demencia, frenar su avance o incluso reducir su impacto en la vida de las personas mayores es recomendable incorporar una rutina de ejercicios o actividades que velen por ello. Dichas actividades pueden realizarse en centros de día como STIMA o en el propio hogar del mayor; independientemente de dónde se realicen es fundamental que se desarrollen con la supervisión o ayuda de un profesional.
Estimulación cognitiva: incluye la estimulación de las capacidades cognitivas cerebrales superiores como son, atención, concentración, percepción, orientación, todos los tipos de memoria, funciones ejecutivas, lectoescritura, calculo, etc… Estas capacidades se pueden estimular mediante ejercicios de categorización, razonamiento, resolución de problemas, listados, etc…
Estimulación funcional: engloba todas aquellas actividades o ejercicios que potencian las capacidades asociadas con el desarrollo de tareas básicas en la vida del mayor. Entre las actividades recomendadas están ejercicios de expresión (descripción de objetos u recuerdos), realización de tareas cotidianas (asearse, vestirse, alimentarse, ir a la compra, etc.), entre otras.
Estimulación sensorial: se potencia a través de un conjunto de ejercicios planificados para trabajar cada uno de los sentidos. En el plan de actividades desarrollado por STIMA contemplamos la musicoterapia, los juegos visuales o la percepción de diferentes texturas a través del tacto. Dichos ejercicios también se pueden poner en práctica en el domicilio del mayor.
Ejercicios físicos: la práctica de ejercicio físico tiene la misma importancia que las actividades que favorecen a las funciones cognitivas, las funcionales o sensoriales. La actividad física tiene importantes beneficios para la mente, el cuerpo y el estado de ánimo del mayor. De entre los ejercicios que pueden desarrollar, en STIMA recomendamos: caminar en marcha, bailar, nadar o montar en bicicleta.
Dichas actividades favorecen a la movilidad, al equilibrio, a la coordinación, al fortalecimiento de las articulaciones o a mantener una buena actividad mental, entre otras muchas ventajas.
Actividades lúdicas o terapéuticas: entre ellas, se contemplan la pintura, la escritura, la costura, la relajación o actividades grupales con animales. Sus ventajas en la calidad de vida del mayor son destacables porque:
En función de la fase o el grado de demencia que sufra la persona mayor, se incidirá en el desarrollo de unas actividades concretas. Lo importante es establecer un programa de actividades acorde a la situación de cada usuario y establecer una rutina diaria en su realización.
Entre las áreas de actuación de nuestros centros de día en Madrid contemplamos la planificación y el desarrollo de terapias para cada una de las dolencias o enfermedades de las personas mayores, entre ellas, las demencias, el Alzheimer o el Parkinson.
Si quieres conocer en detalle cuáles son nuestras líneas de actuación, ¡puedes contactar con nosotros sin ningún compromiso!