El fémur, hueso de la parte superior de la pierna, es el más largo y resistente de nuestro cuerpo gracias a la musculatura que lo protege. A pesar de la gran protección que tiene es posible su fractura como consecuencia de un golpe, una caída o por otros traumatismos.
La fractura de fémur es, junto con la fractura de cadera, una de las patologías más frecuentes en las personas mayores, aproximadamente se registran 50.000 fracturas de fémur en nuestro país.
Entre los factores principales que favorecen a sufrir una rotura de fémur están:
- la edad: el envejecimiento influye en el debilitamiento de los huesos y en la pérdida de masa muscular que los protege, siendo más proclives a padecer fracturas.
- el sexo: las mujeres tienen una mayor predisposición a sufrir rotura del fémur porque los huesos son menos densos, una tendencia que se ve potencia con la menopausia.
- la osteoporosis: es una enfermedad de los huesos que se caracteriza por una disminución en la densidad de los mismos produciendo su debilitación y los hace más frágiles y vulnerables. La osteoporosis afecta a casi tres millones de personas en España según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), un 80% de ellas son mujeres. Asimismo, se registran en España aproximadamente 300.000 fracturas por fragilidad al año.
En base a estos principales factores, las personas mayores son más propensas a sufrir caídas, golpes o torceduras que deriven en una rotura del fémur.
TIPOS DE ROTURA DE FÉMUR Y SÍNTOMAS EN PERSONAS MAYORES
Existen diferentes roturas del fémur en función de su localización y su forma.
En base a su localización, la rotura de fémur puede ser:
- Trocantéreas: la fractura se sitúa por debajo de la cabeza femoral.
- De cuello femoral: la rotura se localiza en el cuello del fémur.
- De cabeza femoral: la fractura se localiza en el lugar donde se articula el fémur en la cadera (acetábulo).
Teniendo en cuenta su forma, la fractura del fémur puede ser:
- Rotura de fémur completa o incompleta: la rotura afecta por completo al hueso o solo a una de las partes.
- Rotura de fémur abierta o cerrada: afectará o no al tejido cutáneo.
Cuando se ha producido una rotura del fémur los síntomas asociados son muy evidentes:
- Fuerte dolor en la zona fracturada.
- Dificultad para mover la pierna o inmovilidad.
- Hinchazón y hematomas.
- Pérdida de sensibilidad en la zona afectada.
REHABILITACIÓN ROTURA DE FÉMUR EN PERSONAS MAYORES
Para la confirmación de una rotura de fémur es necesario que el médico explore la zona posiblemente afectada y se realice una radiografía. Superada esta primera fase, y en función de la gravedad de la lesión, puede que sea necesario realizar una intervención quirúrgica (lesión grave) o no (lesión leve que se solventará mediante férula / escayola o de manera natural).
Tras sufrir una rotura de fémur es fundamental la fase de rehabilitación para recuperar su funcionalidad, la movilidad, la fuerza y el tono muscular, y reducir la rigidez muscular.
Para ello juega un papel fundamental la fisioterapia y el diseño de un plan personalizado por los profesionales para alcanzar los objetivos estipulados en función del tipo de fractura diagnosticado, la edad, el expediente médico de la persona mayor y sus necesidades.
En el plan diseñado por los fisioterapeutas de nuestros Centros de Día se contempla el desarrollo de ejercicios según diferentes fases. En una fase inicial se empezará la rehabilitación con ejercicios suaves focalizados en articular los tobillos, las rodillas o los cuádriceps, así como el desarrollo de ejercicios que trabajen la marcha, el equilibrio y la postura. A medida que la rehabilitación avanza se incorporarán ejercicios de resistencia para fortalecer el hueso.
Para una correcta recuperación es fundamental que la persona mayor trabaje junto a profesionales que lo acompañen, lo orienten y lo ayuden en esta fase. Si tienes un familiar que ha sufrido de una rotura de fémur y necesitas asesoramiento e información para su rehabilitación, ¡estaremos encantados de ayudarte!
Fuentes Consultadas
https://www.segg.es/media/descargas/Osteoporosis-en-Espa%C3%B1a.Feb.2022.pdf