La rotura de hombro es una lesión o rotura focalizada en la clavícula, la escápula o en el húmero proximal que puede afectar significativamente la calidad de vida de las personas mayores. Su origen generalmente en las personas mayores suele estar asociado a la osteoporosis que provoca caídas o traumatismos.
La persona mayor que padece una rotura de hombro puede presentar los siguientes síntomas: dolor intenso, inflamación del hombro, incapacidad para mover el brazo, crujidos, deformidad o sensibilidad en la zona.
Su diagnóstico puede afectar notablemente la movilidad de la persona mayor y su autonomía. La pérdida de fuerza y funcionalidad en el brazo afectado puede generar limitaciones en las actividades diarias: asearse, vestirse, alimentarse o alcanzar objetos en estantes elevados, entre otros.
El diagnóstico a tiempo de la rotura de hombro puede suponer una gran ventaja en la evolución e implicación en la vida de la persona mayor. En este sentido cobra una especial importancia la rehabilitación y la fisioterapia para mitigar los síntomas asociados y sus secuelas.
Los programas de rehabilitación de fracturas diseñados por los profesionales de nuestros Centros de Día tienen el objetivo de restaurar la función y la fuerza, aliviar el dolor y mejorar la movilidad de las personas mayores usuarias. En este campo, los fisioterapeutas desempeñan un papel fundamental al adaptar los programas de rehabilitación según el expediente médico de la persona mayor, sus necesidades y objetivos a trabajar con ella. En ese plan se contempla la realización de actividades y asistencia a talleres tanto grupales como individuales.
¿CUÁLES SON LAS FASES DE LA REHABILITACIÓN Y SUS BENEFICIOS?
- Fase inicial: el objetivo a trabajar con la persona mayor es controlar el dolor y proteger la articulación afectada a través de ejercicios suaves que ayudan a evitar la rigidez y a mantener la movilidad en otras partes del cuerpo.
- Fase intermedia: por lo general el dolor es menor y se puede recuperar la movilidad a través de ejercicios de estiramiento.
- Fase avanzada: se pone foco en el fortalecimiento muscular y la recuperación de la funcionalidad para que la persona mayor pueda desarrollar actividades propias de la vida diaria.
La recuperación de la fuerza y la coordinación son dos de los beneficios principales registrados tras las sesiones de fisioterapia en personas mayores que han sufrido una rotura de hombro. Pero además, el abanico de sus beneficios también contempla:
- La tonificación muscular de la persona mayor.
- Evita las secuelas y complicaciones a largo plazo.
- Previene de padecer rigidez muscular y articular, así como la pérdida permanente de movilidad.
- Contribuye a una mejora del estado de ánimo de la persona mayor, a su autoestima y a su independencia.
En definitiva, y como hemos mencionado previamente, la rotura de hombro puede afectar en muchos aspectos a la vida de la persona mayor y superar dicha situación lleva implícito un periodo de arduo y constante trabajo. Un desafío que puede afrontarse con un plan diseñado por los profesionales de Centros de Día como los de STIMA.
Si tienes un familiar que ha padecido una rotura de hombro y quieres información sobre nuestro servicio de fisioterapia, ¡escríbenos! Te ayudaremos en lo que necesites.