El ictus leve puede tener una incidencia de entre 150 – 200 casos anuales por cada 100.000 habitantes en nuestro país según la Sociedad Española de Neurología (SEN).
El padecimiento de un ictus supone un cambio en la rutina y en la calidad de la vida de la persona mayor que lo sufre, así como de sus familiares o cuidadores.
Tras él es importante iniciar un proceso de rehabilitación para garantizar la máxima recuperación del usuario que lo ha padecido.
¿QUÉ PRECAUCIONES SE TIENEN QUE TOMAR TRAS UN ICTUS LEVE?
Dicha recuperación tiene que abordarse desde diferentes áreas implícitas en la rutina de la persona mayor con el objetivo de que vuelva a recuperar su calidad y bienestar vital.
- Actividades de la Vida Diaria: en el proceso de recuperación, la persona mayor tiene que recuperar su rutina desarrollando tareas propias de ella, como: comer, vestirse, asearse, cocinar, ir a la compra, gestionar el dinero, entre otras. Para ello juega un papel fundamental las actividades contempladas en la Terapia Ocupacional que apuesta por una estimulación integral del área física, funcional y cognitiva.
- Asesoramiento de profesionales: tras el padecimiento de un ictus es conveniente solicitar la colaboración de profesionales que estén especializados en el diseño de un plan de actuación enfocado en personas mayores que lo han padecido. En este sentido cobra especial importancia la labor de Centros de Día como los nuestros donde los usuarios tienen acceso al desarrollo de actividades y talleres que están planificados según sus necesidades y objetivos a trabajar bajo una supervisión y seguimiento constante tanto en dichos espacios como en su hogar.
- Autonomía en la higiene, aseo personal y en vestirse: es importante mantener una rutina de higiene para evitar posibles infecciones. En este sentido se tiene que favorecer a la autonomía de la persona mayor para ello asegurándose de que el espacio está optimizado para su seguridad.
Asimismo, otro de los puntos relevantes para garantizar su independencia es que la persona mayor tome el control a la hora vestirse por sí solo (aunque pueda precisar de ayuda en momentos clave). En este sentido se recomienda que la persona mayor disponga de prendas que faciliten su uso y comodidad, como por ejemplo, vestir prendas deportivas que son más holgadas y cómodas, llevar zapatos de su medida exacta y bien ajustados para evitar caídas o evitar el uso de pantalones excesivamente largos.
- Seguir una alimentación saludable: sustentada en una dieta equilibrada, variada, con aporte proteico y calórico. Además es recomendable que sea una alimentación que facilite su masticado y deglución si la persona mayor presenta problemas para ello. En este sentido se tendrá que apostar por una alimentación con texturas más suaves como verduras, sopas, purés, lácteos, carnes blancas, etc.
- Práctica de ejercicio: es muy importante que la persona mayor arranque su recuperación con la incorporación de una rutina de ejercicios variada según sus necesidades para trabajar diferentes áreas: movilidad, equilibrio, flexibilidad, coordinación, fuerza, entre otros.
- Mantener una buena higiene del sueño siendo disciplinados con unos buenos hábitos que favorezcan al descanso y a la recuperación: fijar una rutina a la que levantarse y acostarse, disfrutar de una cena ligera, evitar el consumo de bebidas excitantes como el café horas antes de dormir, etc.
Si quieres saber qué más precauciones y recomendaciones tienen que seguir las personas mayores para recuperarse correctamente tras un ictus leve, ¡puedes contactar con nosotros o visitar nuestros Centros de Día para personas mayores en Madrid! Nos encantará conocer tu caso y poderte ayudar sin compromiso.
Fuentes consultadas:
