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¿Cuál es la esperanza de vida después de sufrir un ictus?

Para aquellos que han experimentado un ictus es importante tener en cuenta que a medida que la medicina avanza y las terapias de rehabilitación se perfeccionan, la esperanza de vida después de un ictus está siendo cada vez más amplia. 

El 75% de las personas que sufren un ictus tienen más de 65 años, de las cuales,  más del 40% viven con secuelas moderadas o graves y durante el primer año algo más del 15% de ellas fallecen. 

Asimismo, durante los seis meses posteriores al padecimiento de un ictus: más del 40% de los usuarios son independientes y más de un 30% son dependientes. 

Entre los factores que inciden en la esperanza de vida de una persona mayor que ha padecido un ictus, están: 

  • Rápida actuación ante el ictus. 
  • Gravedad inicial del ictus. 
  • La edad del usuario. 
  • Gravedad de la discapacidad. 

En relación al último factor, la Sociedad Española de Neurología (SEN) sostiene que la gravedad de la discapacidad es uno de los más determinantes en lo que respecta a la esperanza de vida de los usuarios.  

La esperanza y calidad de vida de las personas mayores que han padecido un ictus varía mucho entre unos usuarios u otros según las medidas y cambios que aplican en su estilo de vida. 

esperanza vida tras ictus

¿CÓMO MEJORAR LA ESPERANZA DE VIDA TRAS UN ICTUS?

Además de las revisiones pertinentes con el especialista para hacer un seguimiento en la evolución de la persona mayor es recomendable incorporar en el día a día las siguientes rutinas

  • Rehabilitación a través de diferentes actividades, ejercicios y talleres acordes a las necesidades de cada una de las personas y que estén bajo supervisión profesional.  En nuestros Centros de Día diseñamos un plan personalizado en el que se contemplan diferentes terapias de rehabilitación
  • Practicar ejercicio físico moderado bajo la supervisión de profesionales y con una duración superior a la de seis meses porque tras haber sufrido un ictus tiene un importante impacto tanto en la forma física de la persona mayor como su autoestima y salud mental. Entre ellos: caminar, la marcha, ejercicios de piernas, brazos, cadera o rodillas. 
  • Estimular cognitivamente a través de ejercicios con foco en la memoria, la atención, la lógica o el razonamiento. Pueden ser ejercicios que se pongan en práctica en los Centros de Día o en el domicilio de la persona mayor supervisados por un cuidador profesional o familiar. 
  • Seguimiento de una dieta saludable a través de un plan alimenticio diario que contemple proteínas, frutas, verduras o alimentos ricos en fibra. Evitar la sal, los procesados o los fritos. 
  • Asistencia a actividades grupales porque, por lo general, las personas mayores que han padecido un ictus afrontan un camino largo y duro que afecta a su estado de ánimo y autoestima, siendo frecuente los episodios de depresión e irritabilidad.  En este sentido, la asistencia a actividades grupales en las que puedan socializar con otras personas repercute muy positivamente en su capacidad de socialización, en su salud mental y en todas aquellas áreas que se han visto mermadas. 

Si quieres saber qué terapias diseñamos en nuestros Centros de Día para personas mayores que han padecido un ictus, ¡te invitamos a contactar con nosotros! Te explicaremos sin ningún compromiso en qué consisten.

Fuentes Consultadas: 

https://www.sen.es/saladeprensa/pdf/Link223.pdf

https://institutoeuropeo.es/articulos/guia-hacia-el-conocimiento/cual-es-el-seguimiento-y-la-esperanza-de-vida-tras-un-ictus

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