La Enfermedad del Alzheimer es un tipo de demencia que afecta a más de 800.000 personas en España según la Sociedad Española de Neurología (SEN) y anualmente se registran 40.000 nuevos casos cuya incidencia aumenta notablemente en personas mayores de 65 años.
Es una enfermedad de la que, a pesar de la ardua investigación para conocerla mejor, a día de hoy se desconoce de forma solvente el origen de la enfermedad. Sin embargo, y según manifiesta la SEN, un 99% de los casos diagnosticados tendría su origen “por una interacción entre una predisposición genética y factores ambientales como nuestro estilo de vida”.
Aunque no hay constancia firme sobre el origen de la enfermedad, los expertos sí que han podido determinar los síntomas que podrían alertar del padecimiento de la enfermedad en su estadio inicial. Te invitamos a leer nuestro artículo ¿Cuáles son los primeros síntomas del Alzheimer? para conocerlos mejor.
FACTORES DE RIESGO DEL ALZHEIMER
Además de la edad (el número de diagnósticos es mayor a partir de los 65 años) y el sexo (las mujeres presentan una mayor predisposición por su larga esperanza de vida y pérdida de neuroprotectores por la menopausia), entre los factores de riesgo que intervienen en el desarrollo del Alzheimer, los expertos han destacado los siguientes:
Genética: el 1% de los casos diagnosticados de Alzheimer responde a cuestiones genéticas. En este punto, los expertos han establecido dos categorías de genes que influyen en la aparición y desarrollo del Alzheimer:
- Genes de riesgo derivadas de APOE (APOE-e2, APOE-e3 y APOE-e4). Cada persona hereda dos copias de este gen, una copia por cada progenitor. La presencia de una copia APOE-e4 aumenta el riesgo de padecer la enfermedad, y este riesgo es mayor si se disponen de dos copias de este gen. Sin embargo, es conveniente mencionar que su presencia por sí sola no implica que se vaya a desarrollar la enfermedad puesto que hay otros factores que influyen en su aparición.
- Genes determinantes: genes codificadores de tres proteínas APP, PS-1 y PS-2 cuya presencia está directamente relacionada con el desarrollo de la enfermedad.
Salud cardiovascular: la diabetes, la presión arterial elevada, el colesterol alto o el consumo de tabaco o la obesidad son factores de riesgo que pueden favorecer al deterioro de funciones cognitivas y desarrollo de la enfermedad.
Alimentación: el consumo de grasas saturadas, carnes rojas o el alcohol pueden aumentar las posibilidades de sufrir Alzheimer. Por ello, es fundamental que el mayor incorpore hábitos de vida saludables en los que se cuide la alimentación con una dieta variada sustentada en alimentos ricos en Omega 3, frutas, verduras, pescado, legumbres, frutos secos, etc.
Ejercicio físico: la falta de ejercicio físico puede contribuir a la aparición del Alzheimer. En el conjunto de hábitos de vida saludable, el ejercicio juega un papel fundamental. Por ello, es recomendable que el mayor practique ejercicio físico con regularidad y que los ejercicios sean variados (estiramientos, ejercicios mentales o aeróbicos) y no sean intensos.
Ejercicio cerebral: la falta de ejercicio que potencie las capacidades cerebrales y mentales del mayor es un factor de riesgo muy importante para el desarrollo de la enfermedad. Para prevenirlo es importante poner en práctica ejercicios que favorezcan a la retentiva, memoria, comprensión, lenguaje, coordinación, estimulación de los sentidos, etc. Entre ellos: leer, pintar, escuchar música, ejercicios de cálculo o ejercicios de memoria a través de los recuerdos o hechos recientes, entre muchos otros.
Socialización: una persona que es socialmente activa es menos vulnerable a sufrir un deterioro cognitivo asociado a la edad. El compartir experiencias con otras personas o asistir a talleres grupales mejora su capacidad intelectual, capacidad de retención, capacidad de planificación, capacidad de expresión, estado de ánimo, autonomía o el sentirse valorado, entre otros.
Del conjunto de factores de riesgo, los especialistas establecen dos categorías:
- Factores de riesgo que se pueden modificar y están asociados con el estilo de vida del mayor: salud cardiovascular, ejercicio, alimentación o socialización.
- Factores de riesgo no modificables asociados con la edad, el sexo, la genética o la herencia familiar.
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Fuentes Consultadas:
http://www.alzfae.org/fundacion/147/causas-del-alzheimer
https://www.sen.es/saladeprensa/pdf/Link280.pdf
https://blog.fpmaragall.org/factores-de-riesgo-del-alzheimer
https://knowalzheimer.com/todo-sobre-el-alzheimer/sintomas-alzheimer