El ictus es un accidente cerebrovascular que se origina por la rotura u obstrucción de un vaso sanguíneo, tal y como contamos en nuestro artículo “El ictus en la tercera edad y las terapias de rehabilitación”.
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), el ictus es la principal causa de muerte en las mujeres españolas y la segunda en hombres. Y el 90% de los casos diagnosticados se podrían evitar con unos hábitos de vida saludables y un conocimiento sobre la enfermedad para prevenirla.
En el posible padecimiento de un ictus influye que la persona mayor se encuentre en un estado de inestabilidad, de agobio emocional, de nerviosismo o estrés que pueda derivar en una hipertensión. En los últimos treinta años se ha duplicado el número de personas entre 30 y 79 años que han sufrido un ictus por la tensión alta.
Por lo tanto, el estrés crónico conlleva en la persona mayor a un estado de alerta y de presión que afecta a su vida diaria y puede desencadenar diferentes patologías que incluyen en el padecimiento de un ictus. Por ejemplo:
Entre los factores de riesgo principales que influyen en el padecimiento de un ictus en personas mayores están:
Por ello es importante tener en cuenta que el riesgo de padecer un ictus no solo está vinculado con la edad o la herencia familiar, sino también con un estado de estrés persistente en el tiempo que provoca unos malos hábitos de vida o patologías que derivan en un infarto cerebral.
La SEN sostiene que en España se registran cada año más de 100.000 nuevos casos de ictus y el 50% de ellos derivan en secuelas discapacitantes o fallecen.
En relación a ello es fundamental que la persona mayor o sus familiares conozcan los síntomas derivados de padecer un ictus para actuar a tiempo y contribuir a que se reduzcan las posibles secuelas. Te contamos cuáles son los síntomas más comunes en nuestro artículo “Síntomas de un ictus, ¿cómo detectarlos?”
Para minimizar el impacto de las secuelas derivadas de un ictus en las personas mayores es importante la rehabilitación neuronal a través de la cual vayan recuperando poco a poco sus capacidades principales.
A la hora de empezar con la rehabilitación de un usuario que ha padecido un ictus en nuestros Centros de Día, el equipo de profesionales diseña un plan personalizado en el que se tiene en cuenta el expediente médico de la persona mayor y sus necesidades.
Teniendo en cuenta dicho plan, la persona mayor empezará un proceso de rehabilitación focalizado en diferentes áreas:
Pero son muchos más los ejercicios de rehabilitación recomendados para personas mayores que han sufrido un ictus, para conocerlos te invitamos a leer nuestro artículo del blog dedicado a ello.